Ciudadanos de Bello, Antioquia, decidieron en las urnas no revocar el mandato a su alcalde

Viernes 11 de abril de 2014 - Antioquia

La Ley 134 de 1994 prevé que si como resultado de la votación no se revoca el mandato del alcalde, no podrá volver a intentarse en lo que resta de su período.

12.459 ciudadanos acudieron a las urnas, cifra inferior al umbral mínimo de 39.640 sufragios.

Durante la jornada de revocatoria, los sufragantes fueron plenamente identificados con 250 estaciones biométricas, a través del cotejo de sus huellas dactilares en un proceso que tardó entre 20 y 25 segundos.

Los habitantes del municipio de Bello, Antioquia, decidieron hoy domingo 6 de abril que su alcalde municipal, Carlos Alirio Muñoz López, del Partido Conservador Colombiano, continuara con su cargo hasta diciembre de 2015, ya que la solicitud de revocatoria de mandato presentada por algunos ciudadanos no alcanzó en la urnas el caudal de votos exigidos.

La jornada se realizó en completa normalidad y escrutadas las 285 mesas de votación instaladas, los jurados realizaron el conteo que arrojó como resultado que 12.459 ciudadanos acudieron a las urnas, cifra inferior al umbral mínimo de 39.640 sufragios, requerido para que la revocatoria prosperara.

En la elección atípica del actual alcalde de Bello, Antioquia celebrada el 18 de diciembre de 2011 se registraron un total de 72.073 votos válidos. Para que la revocatoria votada fuera efectiva se requería la aprobación de la mitad más uno de los votos depositados este domingo, siempre que el número de sufragios no fuera inferior al 55% de la votación válida registrada el día en que se eligió al actual alcalde, es decir que al menos debían participar 39.640 personas y que la mitad más uno vote por el sí.

De los 297.505 ciudadanos habilitados para votar, 12.459 ejercieron su derecho al voto, es decir un 4.18% del censo electoral, los cuales fueron plenamente identificados con 250 estaciones biométricas al ingreso del puesto de votación. Las huellas dactilares fueron comparadas con las minucias ya almacenadas en la base de datos, en un proceso que tardó entre 20 y 25 segundos por sufragante, brindando agilidad y transparencia al proceso electoral, ya que se evitó el fraude por suplantación de jurados y votantes.

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