Biometría y voto electrónico

El uso de la tecnología ha permitido avanzar en los últimos años hacía sistemas de identificación más avanzados, que hagan cada vez más difícil la comisión de delitos como la falsificación o la suplantación.

Desde el año 2000, la Registraduría implementó en la cédula que se entrega a todos los ciudadanos, el sistema de biometría, que permite verificar la identidad de cada persona, con la comparación de sus huellas dactilares con las que están registradas en las bases de datos de la entidad.

La tarjeta de identidad azul, que se expide a los menores de edad entre 14 y 18 años cuenta ya con esta tecnología, y se espera que en el futuro este sea el documento único que se expdia para todos los menores de 18 años.

El sistema de voto electrónico, respecto del cual ya se han hecho pruebas en anteriores jornadas electorales, permite el ejercicio del derecho al sufragio, previa la autenticación biométrica del ciudadano.

Este sistema busca sistematizar y automatizar el proceso electoral, reducir el consumo de papel, obtener resultados más rápidos y garantizar una mayor transparencia de las elecciones.

La Ley 1475 de 2011, en su artículo 39, estableció que la Registraduría Nacional del Estado Civil implementará de manera gradual la identificación biométrica de los electores y el sistema de voto electrónico.

Desde su implementación en 2008, en más de 40 procesos electorales se han usado dispositivos biométricos para individualizar al elector, con los cuales se avanza en una implementación más amplia del sistema.